Tomar las aguas
Tomar las aguas se constituye de 14 acciones de baño. Este proyecto utiliza los baños mineromedicinales como acciones artísticas reclamativas, políticas y contemplativas que construyen una mirada crítica y ecológica desde donde cuestionarnos el pasado, presente y futuro de la utilización y explotación hídrica del subsuelo en la provincia de León. A su vez, la acción se erige como una parada reflexiva dirigiendo la mirada a la relación ser humano – agua desde un aspecto íntimo y social.
La acción de tomar las aguas transcurre lentamente, dilatándose en el tiempo, con duraciones cercanas a los 60 minutos. Se construye desde un ritmo sobrio, meditativo y ancestral, acercándonos a actos ritualísticos, confrontando al espectador a estados de sobrerealidad consciente en los que el propio tiempo y el entorno parecen sobredimensionados; donde se produce el proceso artístico y reflexivo sobre el agua, el suelo, el ser humano y las sociedades modernas. Trata de dignificar los espacios físicos y mentales para el autocuidado y el cuidado de otros, emprendiendo un diálogo que parte de la relación con el agua hacia las relaciones humanas y, en última instancia, hacia cuestionamientos sobre nuestra forma de habitar el suelo y utilizar nuestros recursos.
Tomar las aguas plantea la acción del baño medicinal como un acto creativo complejo con diferentes lecturas. Una acción contemplativa como un acto de reflexión consciente, de rebeldía y despertar. Una acción que reflexiona sobre si misma. Un work in progress eminentemente transdisciplinar en el que experimentamos con la hibridación de diferentes disciplinas creativas para construir interpretaciones complejas y multidireccionales de vocación experiencial. Las narraciones se dilatan y ceden protagonismo a los espacios y a la misma percepción del tiempo, que adquieren una nueva dimensión, siempre desde una mirada ecologista y sostenible.
El proyecto fija su atención en tratar de recuperar el acceso al agua de los 14 balnearios que mantuvieron vivas estas costumbres que gozaron de gran auge entre la segunda mitad del S. XIX y principios del pasado siglo, con la intención de recoger sus aguas para realizar 14 acciones de Tomar esas aguas. Todo el proceso político, burocrático y administrativo que implica realizar esta tarea, conforma una pieza audiovisual de carácter documental que promueve una lectura transversal y compleja del proyecto.
En la actualidad se ha llevado a cabo la primera fase de investigación: recogida de aguas, primeras acciones de baño, una serie fotográfica que combina documentación y ficción, así como dos piezas audiovisuales – el video que documenta la primera performance en estudio + un montaje que combina el proceso y microacciones con el agua -. Esta primera parte del proyecto se llamó Hacia tomar las aguas.
Performance “Hacia tomar las aguas 1” [Prueba de artista] Estudio EF. (2022) León- España. (duración 11,35’)
Documento audiovisual expositivo: “Hacia tomar las aguas. Proceso y microacciones”. (2022) León- España.
(duración 14,54’)
HACIA TOMAR LAS AGUAS
Hacia tomar las aguas es la primera parte del proyecto. Un diario de carretera, un dosier inacabado y en desarrollo sobre el pasado, el presente y el futuro de la explotación hídrica y la relación ser humano-agua.
Este dossier conforma un diario fotográfico honesto e intimista, una serie fotográfica analógica de gran formato que centra su composición en dos retratos que reflejan la acción de “tomar las aguas” en una aproximación performativa a partir de las aguas recogidas de tres manantiales termales de la provincia: La Losilla de San Adrián, las Caldas de Boñar y un pequeño manantial anexo a las caldas de Nocedo del Curueño. El artista incorpora a la instalación fotográfica en sala distintos elementos vinculados a la hidroterapia y a su propio proceso de introspección, y dos piezas de videocreación documental.
Lleva a cabo una acción performativa de retorno ritual al agua, y conforma una instalación artística cuyas fotografías componen la hoja de ruta de un viaje, tan físico como mental, que nos conduce hasta los balnearios y caldas de León en estado de ruina, lugares de encuentro comunitario cuyo auge estuvo estrechamente relacionado al uso del análisis químico-físico que comprobaba las cualidades de esas aguas (descubiertas mediante la observación-experimentación alrededor del s.I d.c) y disfrutadas en masa por los humildes habitantes de las zonas rurales de la provincia durante los S.XIX y S.XX, dadas sus propiedades curativas.
Este proceso de búsqueda indaga en los saberes y relaciones ancestrales entre el ser humano y el entorno natural. En una representación que parece un elogio a la lentitud, y desde un planteamiento contemplativo y performativo, introspectivo e inmersivo, el artista entrelaza preguntas abordando cuestiones acerca de nuestra relación con el agua – ya sea íntima, curativa o espiritual- así como un debate político y sociológico sobre la apropiación y privatización del elemento esencial para la vida.
Sobre el texto original de Caroline Benichou París, agosto de 2022.
Vista de la exposición Hacia tomar las aguas – Expositivos 22 – (2022). Fotografía y video. “El Palacín” León – España.
Vista de la exposición Hacia tomar las aguas – Expositivos 22 – (2022). Instalación: (Damajuanas) cristal y aguas mineromedicinales // 150 x 29 x 29 //
“El Palacín” León – España.
Vista de la exposición Hacia tomar las aguas – Expositivos 22 – (2022).
Instalación. (Damajuanas) cristal, aguas mineromedicinales. (Ofuro) madera, pvc y poción de aguas mineromedicinales. “El Palacín” León – España.
Fotografía: Mario Castro Baro.